Club de Aventuras Tirso de Molina
Salida a La Pedriza (4 de febrero de 2023)
Esta fue nuestra primera aventura a la sierra de Guadarrama. Tanto los profes como nosotras quedamos encantados de lo maravilloso que fue el día y las fotos así lo demuestran. Queremos contaros con más detalle cómo se desarrolló el día para que aquellos que no pudisteis ir podáis haceros una idea de cómo lo pasamos y para los que sí estuvieron allí, tengais algún recuerdo mas…
El autobús salió a las nueve de la mañana de la puerta del Tirso y fue hasta el parking de Canto Cochino, a orillas de la Pedriza, donde teníamos reservada una plaza de autobús.
Ya en el bus los peques se empezaron a animar y nos deleitaron con algunos cánticos… Una vez allí, nos preparamos con las mochilas y comenzamos nuestra aventura.
Nos dividimos en tres equipos: “Zorros”, los más peques de la excursión, “Palitos” y “Helados”, nombres que eligieron los niños y niñas de cada grupo. Algunos hicieron rimas con sus nombres de equipo, podéis preguntarles a ver si todavía se acuerdan…
Después de la visita inesperada de dos burros que caminaban tranquilamente por nuestro alrededor, comenzamos la ruta por La Pedriza siguiendo la senda hacia la Charca Verde.
Nuestra primera parada fue a orillas del río Manzanares, donde los peques tomaron el almuerzo, aunque aún era temprano, es sabido que el aire puro abre el apetito. Jugamos un rato, escalamos rocas, disfrutamos del sol… y alguno se quedó con ganas de darse un bañito en el río, sin que las bajas temperaturas les quitaran las ganas de darse un chapuzón.
Surgieron momentos muy bonitos donde los peques contaron sus experiencias en la montaña, algunos “secretos” e historias maravillosas de sus vivencias. Una zona helada cubierta de hielo nos sirvió para improvisar una clase de ciencias sobre los estados del agua.
Más tarde hicimos de nuevo una parada en una pradera cerca del río, donde los niños y niñas tomaron un caldo calentito que los profes habían preparado para combatir el frío, aunque el día finalmente fue bastante cálido y pudimos disfrutar del sol, y por supuesto comer algo más, ¡el hambre no les falta a estos jóvenes aventureros!.
Comenzamos a organizar la actividad de mindfulness en la que el objetivo principal era que, de una manera lúdica, los niños aprendieran a desarrollar la atención plena, concentrándose, mostrando interés y dándose cuenta de lo que estás haciendo en ese momento. Utilizamos vasos y agua donde unos eran los “pilares” y siguiendo diferentes premisas tenían que ir haciendo trasvases. Fue muy bonito ver cómo entre todos buscaban soluciones y cooperaban con los más peques, para conseguir el objetivo común. Después hicimos una reflexión sobre qué nos pasa cuando realizamos una actividad realmente concentrados en ella y cuando no lo estamos.
Uno de los compis, que había llevado una lupa, la compartió con el grupo y todos los niños y niñas miraron expectantes qué sucedía si dejaban pasar el sol a través de ella sobre un tronco. Todos los peques participaron en el debate, compartiendo lo que pensaban que iba a ocurrir en el tronco. Después incorporamos este momento a la reflexión en la sesión de mindfulness. Además surgieron grupos de yoga, “granjas” de mariquitas, equipos de gimnasia rítmica… actividades espontáneas fruto de esa maravillosa imaginación que nuestros peques tienen en sus cabecitas.
Esta primera aventura fue una experiencia fantástica que disfrutamos tanto peques como adultos.
¡MUY PRONTO REPETIMOS!