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Nos sumamos a la Iniciativa 11 de febrero con una charla sobre Marie Curie para alumnos de Secundaria

Dentro de la Iniciativa 11 de Febrero, que pretende fomentar la organización de actividades y materiales que conmemoren el Día internacional de la Mujer y la niña en la ciencia en España, la AMPA ha organizado la siguiente actividad:

Charla-dinámica de grupo: «Marie Curie se aburre sola»

Fecha: miércoles 7 de febrero.
Horario: Lectivo de secundaria
Lugar: Salón de Actos.
Ponente: Doctora en Física, Yu Kyoung Ryu Cho, del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, CSIC. Especialidad nanotecnología.
Dirigido: Todo el Alumnado de Secundaria
Centro: CEIPSO TIRSO DE MOLINA

Contribuiremos así, junto de decenas de colegios de la Comunidad de Madrid y de toda España a llenar las agendas educativas de actividades que ayuden a visibilizar el trabajo de las científicas, a crear roles femeninos en los ámbitos de la ciencia y la ingeniería y que promuevan prácticas que favorezcan la igualdad de género en el ámbito científico.

Aunque la charla está dirigida a alumnos/as, como padres y madres os animamos a que reforcéis en vuestras casas esta actividad, interesándoos por la misma y hablando con vuestros hijos/as de la misma.

Así mismo, queremos agradecer a la doctora Yu Kyoung por su implicación y colaboración en esta actividad y publicamos la breve reseña sobre la actividad que ha tenido la amabilidad de enviarnos:

«Nací en Corea del Sur, pero mi padre se vino a España por trabajo cuando yo tenía tres años,
así que mi madre y yo nos mudamos y crecí aquí. De hecho, estoy nacionalizada española y
soy extremeña, donde hay unos jamones y unas cerezas riquísimas y fiestas tradicionales tan
pintorescas como el Peropalo y el Jarramplas. Tras ver Parque Jurásico, quería ser
paleontóloga, y tras coleccionar unos cromos de animales en peligro de extinción que venían
con el Bollicao, zoóloga. Pero con seriedad, me decidí por la física cuando mi profesor de
matemáticas durante la ESO, Nacho, que realmente había estudiado Física, se deshizo en
elogios de ella. Así que estudié Ciencias Físicas en la Universidad Complutense de Madrid.
Durante quinto de carrera, los profesores nos hicieron leer el artículo del premio Nobel Richard
Feynman: ‘There’s plenty of room at the bottom’, tras la cual me enamoré de la nanociencia y
los microscopios de alta resolución y me metí en un proyecto de investigación para caracterizar
la catodoluminiscencia de nanohilos de óxido de zinc por microscopios electrónicos de barrido
durante ese año y el máster de Física Aplicada, en el grupo de la Profesora Paloma Fernández,
en el departamento de Física de Materiales de la Complutense.

Luego desarrollé mi tesis doctoral en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC)
teniendo como director al Profesor de Investigación Ricardo García. El tema era la fabricación
de nanoestructuras y nanodispositivos por oxidación local con un microsocopio atómico de
fuerzas. Tanto me gustó el trabajo que hice durante mi tesis que pregunté por un puesto de
investigación postdoctoral a uno de los miembros del tribunal de mi defensa de tesis, el Doctor
Armin Knoll. Así que a su centro me fui casi dos años, IBM Research Laboratory, en Zurich,
Suiza, donde aprendí mucho, conseguí nanohilos de silicio de menos de 10 nanómetros de
anchura mediante fabricación por proceso termomecánico con un microscopio atómico de
fuerzas, intenté aprender alemán y vi muchos lagos y montañas al estilo Heidi.

Cuando terminé mi estancia postdoctoral, echaba de menos el sol y mi país, y como me lo había
pasado muy bien en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC) y el profesor
Ricardo García es un gran científico y mentor, volví a su grupo para pedir una beca de
postdoctorado, el Juan de la Cierva Incorporación. En esta siguiente etapa, voy a aprender sobre
nanomecánica de células para ver cómo puedo maridarlo con el conocimiento que ya he
adquirido, porque ser científico conlleva al mismo tiempo especializarte en un tema, pero
seguir aprendiendo y estudiando nuevas cosas sobre el resto de tu carrera profesional. Un
científico, al final, es un empollón insaciable y el gato a quién la curiosidad mató.»

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