A finales del curso pasado la Comunidad de Madrid tomó dos decisiones que afectaban directamente a nuestro colegio.
- La primera de ellas trasladar el aulario de Secundaria a la zona de Méndez Alvaro, con lo que nuestro colegio dejaba de ser un CEIPSO.
- La segunda, aumentar el número de clases de 3 años que pasaban a ser 6, incumpliendo sus propias promesas y dando una vuelta de tuerca más al proceso de masificación de nuestro centro (diseñado inicialmente para tener tres clases por curso)
Como consecuencia de ambas decisiones se ha producido una reubicación de alumnos/as dado que, literalmente, no caben todos/as en el edificio principal del colegio ni en el pabellón de infantil. Así que quinto y sexto de Primaria han pasado al antiguo aulario de Secundaria… al otro lado de la calle.
Así que, de facto, tenemos ahora mismo un colegio atravesado por una calle con tráfico rodado. Un colegio partido en dos. Un colegio por el que pasan los coches.
El vídeo que acompaña estas líneas muestra el camino que deben hacer, todos los días, nuestros hijos/as de quinto y sexto de Primaria para ir al comedor…. Sí, cruzar la calle que atraviesa su colegio.
A menor escala, la misma situación se da cuando tienen que ir al salón de actos, al gimnasio o a cualquier espacio común de su colegio.
En estos días que celebramos la Semana de la Movilidad los padres y madres del CEIP Tirso de Molina queremos recordar que no es normal que existan colegios divididos por calles con tráfico. Que es un riesgo tener que cruzar una calle con decenas de niños/as todos los días varias veces al día.
Como AMPA nos hemos puesto en contacto con las autoridades (Comunidad y Ayuntamiento) para reclamarles soluciones. A la espera de las mismas solo nos queda denunciar e insistir en que no veamos como normal lo que no lo es. Para muestra, un vídeo.